Contemplación del Icono de nuestra Madre del Perpetuo Socorro

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1963

Durante este año jubilar de nuestro icono del Perpetuo Socorro, me gustaría sugerir la necesidad de contemplar su mensaje y difundirla a las personas  que se dirigen a María como su Perpetuo Socorro.

Yo nací en una parroquia Redentorista en Brooklyn, Nueva York y, desde mi infancia, Mamá y Papá, celebraban cada miércoles la novena al Perpetuo Socorro llevando a sus seis hijos con ellos. Pero esto era un misterio para mí  ¿por qué la llamaban María, Madre del Perpetuo Socorro? Sólo muchos años más tarde, ya como un Redentorista, me he sentado en oración para contemplar su icono. En este artículo quiero compartir con ustedes el fruto de mi contemplación.

1 – Perpetuo Socorro es un icono y no una obra de arte como en la Iglesia occidental que enfatiza la luz y su contraste. Tiene como telón de fondo la rica teología mariana bizantina. Un icono es descrito como una “ventana” en la presencia de Dios y de su abundante redención. Un icono es ante todo un encuentro con Dios. Un icono es para ser rezado y no una simple apreciación de sus valores artísticos.

2 – El artista fue probablemente un monje del rito bizantino. Un monje normalmente reza por un largo tiempo sobre el tema que desea pintar, normalmente en madera, incluso antes de que toque la brocha. Un icono es una invitación a contemplar la pintura a fin de extraer de él los mensajes teológicos y espirituales que el monje  busca expresar dentro de su pintura. Por tanto, cada detalle es importante, porque es una “ventana” al corazón de Dios y su voluntad de salvar a toda la humanidad.

3 – Los temas que los monjes Bizantinos usaron fueron identificados por categorías. Puede ser sobre el Salvador,  los Angeles, María, Los Santos y los temas principales de la historia de la salvación. Nuestro icono está en la categoría de la “pasión”.  Parece extraño, pero  vamos a entender el por qué, con la explicación del icono.

4 – Vamos a empezar nuestra contemplación. Hay cuatro figuras en nuestro icono. Los arcángeles Miguel (derecha) y Gabriel (izquierda) identificados por sus siglas en griego por encima de sus cabezas. En el centro del icono tenemos  a María como Madre. Y, por último, Jesús está representado como un niño (ambos identificados por las iniciales griegas por encima o al costado).

5 – De acuerdo con el artista y su imaginación Jesús como cualquier niño estaba jugando afuera cuando de repente tuvo una visión. Y esta visión le dejó profundamente perturbado y con gran temor y, al igual que cualquier niño en esta situación, corrio rápidamente a los brazos de su madre María en busca de ayuda y protección.

6 – Para comprender su miedo debemos pensar en lo que cada Arcángel tiene en sus manos. Gabriel tiene la Cruz y cuatro clavos – instrumentos de la futura pasión de Cristo. Miguel tiene la lanza que va a lacerar el corazón de Jesús y la esponja de vinagre. Todos son los instrumentos de la Pasión. Dios, el Padre, por medio de su ángel mensajero está presentando al niño Jesús su deseo de salvar a la humanidad a través de la oferta gratuita de su vida para reconciliar a la humanidad con el Padre. El padre tiene el “sí” de Jesús para conquistar su “loco afán” (San Alfonso) para salvar toda la humanidad a través de la pasión y la resurrección de su hijo. La visión es una de las primeras apelaciones a la obediencia de Jesús ante la voluntad salvífica del Padre. Debido a esta revelación es evidente por qué el niño Jesús se ha asustado y fue corriendo junto a su madre. Él corrió tan rápido que no tuvo tiempo para atar la correa de su sandalia. Lo más probable es que El haya escondido su rostro cerca del Corazón de María.

7 – El icono se concentra ahora en María, -María- nuestra Madre del Perpetuo Socorro. María en uno de sus brazos toma al tembloroso  niño Jesús y lo coloca muy cerca de su corazón. El niño Jesús literalmente agarra la otra mano de María buscando su protección. María  ofrece ayuda a su hijo porque ella entiende perfectamente el significado del mensaje de los ángeles. Ella está allí para proteger a su hijo y ser su fortaleza cuando la revelación suceda en realidad. María actúa como una garantía de que cuando esta realidad suceda ella estará allí al pie de la cruz (Juan 19:25 ).  María, obediente, alienta a su hijo a la contemplación de la voluntad redentora de su Padre. Esto no va a terminar con su muerte, sino en su resurrección. Y con este testimonio de su presencia en el momento crítico de la Pasión, Jesús gira su cabeza y comienza a contemplar al arcángel san Miguel con la cruz y los clavos en sus manos. Jesús se armó de valor  para decir: “Sí Padre, quiero ofrecer mi vida por la salvación de la humanidad” gracias al Perpetuo Socorro de María. Es un llamado a creer en el amor del Padre a su hijo Jesús.

8 –Para mí siguió siendo un misterio del  por qué han llamado  a este icono Perpetuo Socorro. Empecé a contemplar la persona de María en el icono. Cada detalle nos acerca más a nuestra Madre. María se viste de azul. En el arte bizantino, esto significa que es una mujer casada. Normalmente, en el arte bizantino María está vestida de rojo para significar que es virgen. El monje ha querido presentar y acentuar a  María como una mujer casada y madre. Cerca de su cuello, está vestida de rojo, lo que significa su virginidad, pero el azul es predominante. María  es Madre de Jesús y nuestra madre desde nuestro bautismo.

9 – En todo arte bizantino, María tiene la boca  pequeña y cerrada. Esto significa que es una mujer de profunda oración y contemplación. Este es un signo de su intimidad con Dios, y de Dios con ella, que es la “llena de gracia”.

10 – Se trata de un pequeño detalle, pero importante. Tenga en cuenta que el artista expone una pequeña parte de la oreja izquierda de María. Es una profunda revelación de la obediencia de María. Ella escucha atentamente para captar en todo la voluntad de Dios. La oreja expuesta de María indica obediencia incluso antes de la pasión de su hijo.

11 – La profunda teología mariana del artista ahora comienza a aparecer. Hacia quien está mirando María? Ella no está mirando a su Hijo Jesús. Ella nos está mirando, hoy y siempre. El monje hizo sus ojos tan intensos que podemos mirarla  desde cualquier ángulo y ella nunca quita su mirada de nosotros sus hijos desde que Jesús nos la  dio en la cruz. Ella nos mira perpetuamente y siempre atenta para ayudarnos. Ella nunca quita su Mirada de nosotros.

12 – María está siempre buscándonos. Pero su rostro – ¿está feliz o triste? Su rostro indica una profunda tristeza. Ella está viendo todavía a su hijo crucificado en cada uno de los pobres, los marginados de nuestra sociedad, aquellos que viven en la miseria. Quienes voluntariamente se han separado de su hijo por el pecado. María está viendo demasiado sufrimiento. Uno se queda con la impresión de que está a punto de llorar. Ella ve tantos otros sufrimientos causados por los pecadores que no se han arrepentido. Ve a sus hijos que viven sin dignidad humana. Pero la apelación en sus ojos es intensa: “Ayúdenme a curar y eliminar tanto sufrimiento para que mi hijo no siga siendo crucificado en el sufrimiento de mis niños. Porque lo que les suceda a ellos, sucede también a mi Hijo. “El Rey responderá: “Les aseguro que todo lo que hicieron con uno de estos hermanos y hermanas míos, a mí me lo hicieron” (Mt  25:40 ).

13 – Y todavía seguía siendo un misterio para mí del por qué se llama éste icono “Perpetuo Socorro”.  Y un día contemplé algo muy importante. Tenemos que mirar a María quien esta agarrando al tembloroso Jesús. Se encuentra en el centro de todo el icono. ¿Tiene la mano abierta o cerrada? Uno pensaría que con el fin de dar su maternal garantía que habría cerrado sus manos sobre las manos de Jesús para consolarlo aún más. Pero está abierta y el monje artista desea decir que María tiene la mano perpetuamente abierta. Hay espacio para poner una mano más en la mano de María como lo está haciendo Jesús: las mías y las tuyas. Cuando nos encontramos con problemas, cuando estamos en el pecado, cuando estamos desanimados y por perder la fe, cuando tememos a todo, el mensaje es claro: Ve a tu Madre; pon tu mano en las suyas por un perpetuo socorro. Su mano está perpetuamente abierta. Para mí éste es el secreto de todo el icono. Este es el motivo por el que ella es nuestra Madre del Perpetuo Socorro. Después de poner nuestras manos en las suyas, María estrechará con sus manos las nuestras para darnos consuelo y ayudarnos en nuestras necesidades.

Por lo tanto, el mensaje es claro: estás desanimado(a) con dificultades personales o familiares, te sientes pecador y con miedo de que Dios no va a perdonar tus pecados, entonces VE A TU MADRE-PON TU MANO EN LA MANO DE ELLA Y ELLA LO VA A ACOGER COMO LO HIZO CON SU HIJO JESUS. Pero antes de acogerlo como madre ella tiene todavía un mensaje en el icono. Mira su mano, ¿hacia quién está indicando? Está indicando a su hijo Jesús contemplando su cruz y su pasión. El mensaje es eso: no venga a mí para llevar su cruz, pero te doy sosiego para contemplar tu propia cruz y preparar tu SI al Padre para salvar el mundo de hoy. María será PERPETUAMENTE NUESTRO SOCORRO en los momentos difíciles. Madre del Perpetuo Socorro ruega por nosotros…

Pe. Lorenzo Kearns CSsR (Provincia de Campo Grande)

Traducido por: Pe Miguel Ángel Martínez Cantero CSsR (Provincia de Paraguay)

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