El 13 de junio de 2025, en la Embajada de Polonia en Dublín, el Padre Marek Marszałek CSsR, miembro de la Viceprovincia de África Occidental, recibió la Cruz de Bronce al Mérito de manos del Presidente de Polonia, Andrzej Duda. Este prestigioso galardón le fue otorgado por su incansable labor y dedicación al pueblo de Burkina Faso.
El Padre Marek ingresó en la Congregación de los Redentoristas en Polonia y, tras recibir la ordenación sacerdotal, abandonó Polonia para ser misionero en Burkina Faso, África, donde trabajó durante 35 años.
Tras unos meses de preparación en París, durante los cuales aprendió francés, el Padre Marek fue enviado a la diócesis de Fada-Ngourma, en el este de Burkina Faso. Asignado a la parroquia de Diabo, en el sureste de la diócesis, también aprendió la lengua mooré. Proveniente de una familia de artesanos, el Padre Marek aportó sus conocimientos de albañilería, carpintería y electricidad, que resultaron muy útiles en su labor misionera.
Durante unos treinta años, en las parroquias del este de Burkina Faso, el Padre Marszałek, además de su compromiso con la evangelización, construyó edificios para las comunidades cristianas de base (CCB), realizando trabajos de soldadura y electricidad. También creó centros de formación técnica y profesional para jóvenes.
Posteriormente, enviado en misión a Uagadugú, la capital, el misionero recibió la responsabilidad de construir la parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, dirigida por los misioneros redentoristas. «El cardenal me mostró un terreno baldío», declaró en una entrevista. «Fui el responsable de la obra, recaudé los fondos y comencé la construcción».
La ceremonia de reconocimiento del Padre Marek Marszałek fue un momento de alegría para los hermanos redentoristas de la Viceprovincia. En su perfil de Facebook escribieron:
“Originario de Polonia, el Padre Marek es misionero redentorista y miembro activo de la Viceprovincia de África Occidental. Con su fiel compromiso con los más pobres y marginados, encarna el espíritu de nuestra Congregación: anunciar la Buena Nueva a los más abandonados. Su misión pastoral, su dedicación al desarrollo de las comunidades y su cercanía a la gente han dado mucho fruto y sembrado esperanza.
Este honor nacional no es solo un reconocimiento personal, sino también una celebración del espíritu misionero que trasciende fronteras y culturas. Nos recuerda que el servicio humilde y fiel, arraigado en el Evangelio, sigue transformando vidas.
Nosotros, los cohermanos del Padre Marek en la Viceprovincia de África Occidental, junto con toda la familia redentorista del mundo, nos unimos para felicitarlo efusivamente por este merecido reconocimiento. Damos gracias a Dios por su vida dedicada al servicio de los demás y oramos para que continúe su misión con fuerza, salud y alegría.
Padre Marek, su servicio es una bendición para La Iglesia y el mundo. ¡Felicidades y gracias!
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