La Peregrinación del Collegio Maggiore comenzó el 1 de julio y finalizará el 11 de julio de 2025. Doce estudiantes del Collegio Maggiore y tres miembros de la Curia General, acompañados por el P. Martin McKeever CSsR, director del Colegio, y el P. Sylwester, recorren tres países, visitando ciudades relacionadas con la vida y el apostolado del santo.
Participan por el Collegio Maggiore: Wilson Efren Duarte Granados, Paulo Roberto De Morais Junior, Ramón Cabrera Mejía, Antonio Derreck Da Cruz, Joseph Musendami, Sabinus Obinna Onuegbu, Freddy Lazcano Pérez, André Ricardo De Melo, Homero Lenin Segura Fernández, Prince Agustín, Poulose Thettayil Mathai, Juan Carlos Urzagaste Urzagaste; y por la Curia General: Vicente Soria Fleitas, Kingsley Ifeanyi Anoghala y Edward Julián Chacón Díaz.
La peregrinación es un viaje para visitar lugares considerados de gran importancia espiritual, cultural, política e histórica. De hecho, San Clemente, considerado por algunos el segundo fundador de la Congregación, es el protagonista de la presencia redentorista fuera de Italia.
El 1 de julio marcó un capítulo profundamente conmovedor en nuestra peregrinación, ya que nosotros, jóvenes cohermanos redentoristas del Collegio Maggiore, tuvimos el privilegio de visitar la comunidad religiosa de Wola, Varsovia. Como jóvenes redentoristas, conocíamos desde hacía tiempo el trágico pasado de Wola; sin embargo, nada me habría preparado para la conmovedora experiencia de estar en el mismo lugar donde treinta de nuestros cohermanos fueron martirizados el 6 de agosto de 1944.
El recuerdo de aquella masacre durante el Levantamiento de Varsovia perdura, no solo como un capítulo de nuestra historia nacional, sino como un testimonio vivo del heroico coraje de nuestros hermanos redentoristas que se negaron a abandonar a su pueblo en la hora de la oscuridad. Mientras permanecíamos juntos en solemne oración, sentí el peso de su sacrificio en mi corazón. Su fidelidad, hasta la muerte, habla más fuerte que cualquier palabra: es un llamado a cada uno de nosotros a vivir nuestra vocación con renovado celo y devoción.
La comunidad de Wola nos recibió con cariño y profunda espiritualidad. Deseo expresar mi más sincero agradecimiento a nuestros anfitriones por abrirnos sus corazones y su hogar. Compartieron no solo los relatos históricos del martirio, sino también algo mucho más grande: el espíritu vivo de perseverancia y esperanza que sigue irradiando este lugar sagrado.
Nos sentimos igualmente asombrados y conmovidos por la belleza de la iglesia dedicada a San Clemente María Hofbauer. Se alza como un faro de fe y resiliencia, un homenaje a la perdurable devoción que se ha mantenido viva a lo largo de generaciones. En la quietud de su santuario, pude sentir la fuerza de la oración que ha llenado esas paredes durante décadas. El ejemplo de San Clemente —incansable, fiel y cercano a los pobres— nos resultó increíblemente cercano allí.
Nuestra peregrinación continúa una semana más, pero ya sé que Wola seguirá siendo uno de los momentos más preciados de nuestro viaje. Fue más que una visita: fue un encuentro con la santidad, el sufrimiento y el espíritu triunfante de Cristo, vivo en sus siervos. A la comunidad de Wola: gracias. No solo han preservado la memoria del pasado, sino que han transmitido una llama viva. Que Dios los bendiga abundantemente por su testimonio.
Siguiendo las huellas del Redentor.
P. Prince Agustín, CSsR.