«Pasemos a la otra orilla» (Mc 4,35): este es el título de Communicanda 2, elegido como tema central de la Convocatoria de 2025 de la Viceprovincia Extra Patriam, celebrada en Houston, Texas (del 6 al 10 de octubre de 2025). Con esta imagen evangélica —la travesía de Jesús a la otra orilla del Mar de Galilea, tierra de paganos y marginados—, el P. Joseph Ivel Mendanha, C.Ss.R., Consultor General, invitó a sus cohermanos a reflexionar sobre la espiritualidad y la misión redentoristas en el mundo actual.
El P. Ivel recordó cómo san Alfonso María de Ligorio, fundador de los Redentoristas, experimentó concretamente este «paso»: de una vida cómoda en Nápoles —destinado a convertirse en un magistrado distinguido por voluntad de su padre— a la decisión radical de dedicarse a los más pobres y abandonados de Scala, un pueblo remoto. Como escribió el propio Alfonso en 1747: «El objetivo de los sacerdotes del Santísimo Salvador es seguir el ejemplo de Jesucristo, dedicándose, bajo obediencia a los obispos, especialmente a las zonas rurales más desfavorecidas de ayuda espiritual. Deben establecer sus iglesias y hogares lejos de los centros poblados, en el corazón de las diócesis, para poder llegar fácilmente a los pobres con las misiones y ofrecerles la Palabra de Dios y los sacramentos» (Spic. hist. 16, 1968, p. 385).
Si Alfonso sentó las bases de la espiritualidad redentorista, Gennaro Maria Sarnelli fue un ejemplo brillante de su aplicación práctica. El padre Ivel enfatizó su compromiso revolucionario con las prostitutas de Nápoles, a quienes Sarnelli consideraba no solo “pecadoras”, sino víctimas de un sistema social corrupto. Mediante sermones, escritos y acciones concretas —como la creación de albergues y la promoción de leyes para protegerlas—, Sarnelli desafió los prejuicios de la época, soportando insultos, portazos y persecución en su defensa de las “pequeñas vulnerables”. El propio Alfonso lo describió así: “En Nápoles, su celo por las prostitutas era conocido por todos: recogía limosnas, predicaba contra este mal, las ayudaba a escapar de esa vida vergonzosa… Las alojaba en casas, les compraba muebles y les buscaba alojamiento a muchas otras. Por esta labor, tocaba puertas donde era tan mal visto que una vez dijo que se sentía moribundo. Soportó insultos, rechazo y los riesgos típicos de la mendicidad, así como persecución e insultos personales”. Durante la semana, los hermanos de la Viceprovincia compartieron cómo estas figuras —Alfonso y Sarnelli— encarnaron el mandato de Jesús de “pasar al otro lado”, llegando a lugares “impuros” y a personas olvidadas. Las reflexiones del P. Ivel revivieron el celo apostólico de los participantes, recordándoles que la misión redentorista exige valentía, creatividad y amor por los pobres, al igual que los dos modelos históricos.
Al concluir la Convocatoria, muchos cohermanos expresaron cómo su amor por la Congregación y por los pobres se había revitalizado. Un agradecimiento especial al P. Joseph Ivel Mendanha por recordarles “el auténtico corazón de un misionero redentorista”, inspirado por Alfonso y Sarnelli, quienes —como nos recuerda el Salmo— “Con el Señor está la misericordia, y con él abunda la redención” (Sal 130,7).
P. Paul Vu Nguyen, C.Ss.R.
Dallas, 12 de octubre de 2025








