Un nuevo venerable Redentorista – P. Giuseppe Maria Leone

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Hoy, el 18 diciembre, el Papa Francisco autorizó la promulgación del Decreto sobre las virtudes heroicas del redentorista P. Giuseppe Maria Leone, sacerdote profeso de la Congregación del Santísimo Redentor.

En virtud de este Decreto, se declara Venerable al P. Giuseppe Maria Leone.

Giuseppe Maria Leone nació en Trinitapolí (provincia de Barletta), el 23 de mayo de 1829, el quinto de los seis hijos de Nicola y Rosa De Bíase. En 1942 ingresó en el seminario diocesano de Trani donde, hasta 1849, completó sus estudios literarios y filosóficos, formándose espiritualmente con la lectura de las obras de S. Alfonso de Ligorio. En octubre del mismo año, contra la tenaz oposición de su padre, fue aceptado en la Congregación del Santísimo Redentor, iniciando el noviciado en Ciorani el 11 de marzo de 1850 y profesando sus votos el 29 de marzo del año siguiente. Habiendo completado sus estudios teológicos en Vallo della Lucania, fue ordenado sacerdote en Amalfi el 31 de diciembre de 1854.

Destinado a la comunidad de Vallo della Lucania, se dedicó a la predicación misionera en Cilento y Basílicata hasta 1865, cuando, tras la aplicación de las leyes subversivas con las que fueron suprimidos los institutos religiosos del sur de Italia, como todos los Redentoristas de la Provincia Napolitana, se vio obligado a abandonar la comunidad religiosa y regresar a Trinitapoli.

En su ciudad natal, además de ejercer como rector de la iglesia de San Giuseppe y director espiritual de la hermandad del mismo nombre, continuó dedicándose generosamente a la predicación en otras ciudades de Puglia y al ministerio de confesor y guía espiritual, siempre manteniendo intensas relaciones con sus superiores de la Congregación y los demás cohermanos.

Durante la epidemia de cólera que azotó Trinitapoli en 1867 y que causó numerosas muertes, entre ellas su padre y su hermana Concetta, el Siervo de Dios, a pesar de su mala salud, mostró una caridad heroica hacia sus conciudadanos.

Regresó a la Congregación en 1880 y fue enviado a la casa de Angri, donde permaneció hasta su muerte el 9 de agosto de 1902.

Constantemente afligido por graves enfermedades, como hemoptisis y parálisis de la columna, supo poner al servicio de los demás, especialmente del clero y de las monjas, los numerosos carismas de los que estaba dotado. A él recurrieron en busca de dirección y consejo suor María Pia Notari, fundadora de las Hermanas Crucifijas, Adoratrices de las SS. Sacramento; Santa Caterina Volpicelli, fundadora de las Siervas del Sagrado Corazón; la Beata María Magdalena Starace, fundadora de las Compasionistas; el beato Alfonso Fusco, fundador de los Battistinos y finalmente el beato Bartolo Longo quien, con su esposa Marianna Farnarano De Fusco, lo tuvo como moderador y guía en la construcción del santuario de Pompeya y las obras sociales asociadas. Con el Beato dirigió a las Hijas del Rosario, a quienes dictó la Regla. Finalmente, se convirtió en heraldo y defensor de la proclamación del dogma de la Asunción, animando y estimulando a Bartolo Longo a fomentar esta iniciativa. Publicó dieciséis obras ascéticas, otras quedaron inéditas; incluida una copiosa colección de cartas, publicada recientemente.

Su cuerpo, trasladado desde el cementerio de Angri a la primera iglesia redentorista de Pagani (Congrega), fue posteriormente enterrado en la cripta del santuario de Pompeya junto a los restos mortales del b. Bartolo Longo. Hoy descansa en Trinitapoli, donde fue enterrado en la iglesia de S. Stefano Protomartire el 5 de enero de 1984.

Antonio Marrazzo CSsR