Del 25 al 27 de abril de 2025, se realizó en el Seminario del Santísimo Redentor de Sacramento-MG, el 7º Encuentro de la UNESER (Unión Nacional de Ex Seminaristas Redentoristas), con la participación de más de 50 personas. El evento fue un verdadero momento de revitalización de la espiritualidad redentorista, donde se compartieron experiencias que demuestran la fuerza de la formación recibida y su impacto global.
Ex seminaristas de diferentes generaciones recordaron, junto a sus familias, los valores y el carisma que siguen vivos incluso fuera de los confines del seminario, subrayando la importancia de preservar la memoria histórica como fundamento de la misión vivida en las familias y comunidades.
Roberto Rivas, visiblemente conmovido, recordó el seminario como una “roca sólida” que moldeó su vida:
Al regresar aquí, revivimos el Espíritu Santo que nos tocó. Esta llama no se apaga: se renueva y nos impulsa en una misión.
João Batista Rosa reiteró el lema: “Una vez Redentorista, Redentorista para la vida”, y recordó cómo la formación recibida es base para la acción cristiana en el mundo. Hoy, ser misionero significa salir de uno mismo para encontrarse con el otro. Y este encuentro nos reconecta con nuestra esencia.
Walmor Júlio da Silva expresó su gratitud por la acogida de la Congregación y reafirmó su compromiso de servir a los pobres según el espíritu redentorista.
Uno de los momentos más emotivos fue el discurso del P. Dionísio de Foltran Zamuner, quien relató con emoción su experiencia misionera en Angola y Surinam. Esperandir Pereira compartió la emoción de todos: «Lloró al contar cómo las familias ofrecieron como regalo un huevo o una mazorca de maíz. Esto nos recuerda que la misión redentorista es universal: desde África hasta las Américas y más allá».
Tania Meira comparó la unidad del grupo con “una casa construida sobre la roca” (Mt 7,25), imagen de la solidez espiritual del carisma redentorista en tiempos difíciles.
El coordinador Valdair Bernardeli destacó las novedades de este año: momentos de compartir en grupos, rezo del rosario en procesión hasta la capilla y una velada musical (seresta) que unió música y memoria.
Dormir en el seminario después de 50 años fue como revivir nuestra historia. Y es esta historia la que queremos seguir contando.
La Hermana María Luzia Alves, de las Mensajeras del Divino Amor, expresó la alegría de la acogida: “Recibirlos aquí es fortalecer un camino común: el de vivir y transmitir el amor redentorista”.
Padre. João Batista de Almeida, CSsR, director espiritual de la UNESER y de la Red CAS, reiteró el valor del laicado redentorista: «La Provincia está abierta a ampliar la participación de los exseminaristas en las misiones populares, la formación y las obras sociales. El camino se hace andando, juntos».
Destacó también el papel del Centro de Acción Social (CAS) de Sacramento, comprometido en ayudar a los ancianos, a los jóvenes y a las familias, como signo concreto de resurrección espiritual.
En un mensaje de vídeo, el Superior General de la Congregación, P. Rogério Gomes, elogió la iniciativa como “modelo para otros continentes”, recordando que la UNESER es una semilla brasileña que está dando frutos para el mundo.
El Superior Provincial de Nossa Senhora Aparecida, P. Marlos Aurélio, también subrayó la importancia del encuentro en el Año Jubilar: “Es un signo de comunión en la misión, en la estela trazada por el Papa Francisco y en continuidad con el Redentor”.
La reunión concluyó con un compromiso de futuro. Antonio Carlos dos Santos, junto con Paulo Cesar y otros coordinadores, anunció: «Queremos involucrar a cada vez más familias y jóvenes. La espiritualidad redentorista no tiene fronteras».
Este encuentro en Sacramento-MG es prueba viviente de cómo la formación redentorista sigue generando vida y misión, superando muros e inspirando nuevas acciones en diferentes contextos.
UNESER invita a todas las unidades de la Congregación a compartir sus experiencias y fortalecer una red global de laicos y consagrados en misión, en la belleza del carisma redentorista.
«Que nuestra Madre del Perpetuo Socorro y San Alfonso guíen cada palabra, cada gesto y cada encuentro, transformándonos en signos de un Amor que no conoce fronteras».
Vicente de Paula Alves, UNESER Brasil