Carta del P. Michael con motivo de la solemnidad de María, la Madre de Dios

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01 de enero de 2019
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Solemnidad de Santa María Madre de Dios

Queridos Cohermanos, Hermanas, y Asociados en la Misión:

En los últimos meses, la Congregación ha llevado a cabo en cada una de las cinco Conferencias las Reuniones de Mitad de Sexenio. Una de las principales tareas de estas reuniones fue la de presentar, discutir y votar los Proyectos Apostólicos y de Reestructuración a presentar al Gobierno General para su aprobación. Los Proyectos Apostólicos y de Reestructuración fueron fruto de mucho diálogo, reflexión y discusión por parte de las Comisiones (CARP) de cada Conferencia. Estas Comisiones habían sido constituidas por los Coordinadores en 2017 tras la correspondiente consulta a la Asamblea de su Conferencia.

Este proceso de consulta continuó en 2018 con la Visita Extraordinaria del Gobierno General a la Congregación, permitiendo involucrar en él a todos los cohermanos juntamente con numerosos Asociados Laicos, Hermanas y expertos. Inicialmente, en 2018, se presentó a las Asambleas de la Conferencia el borrador de los Proyectos que posteriormente se presentó a las Asambleas y Capítulos de cada Unidad. El anterior proceso de diálogo y consulta dio como resultado los Proyectos Apostólicos y de Reestructuración que posteriormente cada Conferencia presentó en las Reuniones de Mitad de Sexenio. Tanto al proceso como a los proyectos surgidos del mismo los hemos considerado fruto de ese “más amplio discernimiento misionero” que pretendió el XXIV Capítulo General al establecer en 2009 las cinco Conferencias de la Congregación.

Del 4 al 14 de diciembre, el Consejo General se reunió en Roma con los Coordinadores de las Conferencias para estudiar y aprobar sus respectivos proyectos. Fue éste un tiempo extraordinario de discernimiento, oración, y de atenta y prudente planificación para el futuro de nuestra Congregación a la luz de nuestro carisma, los signos de los tiempos y la llamada del Papa Francisco y de la Iglesia a una nueva era de evangelización.

En estas reuniones, el Gobierno General juntamente con los Coordinadores, estudió ante todo los Proyectos Apostólicos de cada Conferencia – sus Prioridades Misioneras y Apostólicas, las Prioridades Fundamentales – y también los pasos iniciales a dar hacia un nuevo proyecto pastoral que las implementara concreta y estratégicamente. Según nos recordaron los últimos Capítulos Generales, toda reestructuración y reconfiguración en la Congregación debe responder a nuestra Misión y a nuestras Prioridades.

PROYECTOS APOSTÓLICOS DE LAS CONFERENCIAS:

Tras un minucioso estudio y discusión, el Gobierno General aprobó los Proyectos Apostólicos que le presentaron las distintas Conferencias. Pudimos apreciar la calidad de la reflexión sobre nuestra Misión y del discernimiento acerca de las prioridades en las que cada Conferencia está inmersa dentro de los distintos contextos y culturas en los que se desarrolla nuestra misión.  Fue especialmente alentador ver el carácter coincidente de las prioridades misioneras que expusieron con claridad todas o casi todas las Conferencias. Como Redentoristas, sabemos que somos enviados a los abandonados y más necesitados, y especialmente a los pobres. Según las circunstancias, son diferentes los nombres que damos a estos grupos, pero todas las Conferencias tienen una misma idea de nuestra misión. Todas las Conferencia se identifican con el mundo herido optando por “Prioridades Misioneras” que incluyen a:

  • Migrantes, refugiados, y nativos – 5 Conferencias;
  • Jóvenes, especialmente menesterosos – 5 Conferencias;
  • Los materialmente pobres y marginados de la sociedad – 4 Conferencias;
  • Familias necesitadas, mujeres, niños, ancianos – 4 Conferencias;
  • Los “espiritualmente abandonados”, los no practicantes, los que buscan sentido a su vida en un mundo secularizado – 2 Conferencias.

Entre las Prioridades Apostólicas que presentaron las Conferencias hubo gran coincidencia en la respuesta que dar a las heridas de aquellos a quienes somos enviados. Todas las Conferencias priorizan especialmente la predicación explícita, los santuarios, la reconciliación, la pastoral social, la justicia y la paz, el cuidado de la creación, las comunicaciones y la teología moral, que se reconocieron como presentes en todas nuestras “Prioridades Apostólicas”, que incluyen:

  • Predicación, Misiones, y Retiros – 5 Conferencias
  • Santuarios, pastoral de escucha y de la reconciliación – 4 Conferencias
  • Pastoral Social y Pastoral de Jóvenes y Jóvenes Adultos (JPIC) – 4 Conferencias
  • Parroquias misioneras – 3 Conferencias
  • Comunicaciones, Publicaciones, Medios de Comunicación – 2 Conferencias
  • Teología Moral y Formación en la Fe – 2 Conferencias

Todas las Conferencias han iniciado también el proceso que permita determinar las líneas de acción pastoral que implementen estas Prioridades Misioneras y Apostólicas en la Conferencia y en cada Unidad.  En los Proyectos Apostólicos de las 5 Conferencias también se hace especial hincapié en las “Prioridades Fundamentales” consistentes en la:

  • Formación: inicial y continua;
  • Comunidad Apostólica y, especialmente, discernimiento comunitario sobre nuestra misión;
  • Misión compartida con nuestros asociados laicos.

Actualmente, cuando todas las Conferencias han determinado ya sus Principales Prioridades Misioneras y Apostólicas, el proceso iniciado debe continuar a nivel de Provincia, Viceprovincia y Región.  Nuestras prioridades, en realidad, se llevan a cabo a nivel local. Así, a la luz del Proyecto Apostólico de la Conferencia, es como cada Unidad debe continuar su proceso de discernimiento misionero.

PROYECTO DE REESTRUCTURACIÓN / RECONFIGURACIÓN DE LAS CONFERENCIAS:

Mientras cada Conferencia trabajaba en la identificación y fijación de sus prioridades, también las Comisiones se comprometían seriamente con las Decisiones 1-6 del XXV Capítulo General que insisten en el proceso de reestructuración en la Congregación basado en un proyecto apostólico. El Gobierno General, en diálogo con el Coordinador de cada Conferencia, aprobó los Proyectos de Reestructuración de Europa, América del Norte, América Latina y el Caribe, y África y Madagascar. También hemos aprobado y apoyado el diálogo en curso de la Conferencia de Asia-Oceanía mientras continúan discerniendo las decisiones sobre la reestructuración necesaria, propia e ineludible, a la luz de su Proyecto Apostólico.

En una carta como esta es imposible entrar en los pormenores de los Planes de Reestructuración y Reconfiguración de cada Conferencia; se abordarán más concretamente en otra carta posterior dirigida a los Superiores Mayores y a los miembros de las Asambleas de cada Conferencia. Sin embargo, querría destacar aquí algunas de las propuestas que el Gobierno General ha aprobado en diálogo con los Coordinadores de cada una de las Conferencias. Me referiré, por orden, a cada una de las Conferencias y expondré unas breves reflexiones sobre los resultados de sus discusiones, estudio y discernimiento.

EUROPA – 9100

Es importante recordar que desde 1994, ambas Conferencias, la de Europa y la de América del Norte, se embarcaron en un continuo proceso de reconfiguración de sus respectivas Unidades. Europa, en la Tercera Fase del XXV Capítulo General, decidió continuar su discernimiento en tres ‘zonas territoriales’: Europa Sur, Noroeste de Europa, y Europa del Este. Cada una de estas ‘zonas territoriales’ es considerablemente diferente del resto tanto histórica como culturalmente. Se enfrentan, a la vez, a desafíos comunes y a otros que les son semejantes, incluidos la disminución numérica, el envejecimiento de sus miembros, y el secularismo. En su Proyecto de Reconfiguración, las 18 Unidades de Europa (2016) caminarán hacia la formación de solo seis Unidades. Este proceso incluirá una mayor colaboración en el ámbito de la formación y de la misión. Para responder a los desafíos que conlleva, se formalizará una Federación compuesta por varias Unidades. Las Unidades Eslavas de Europa del Este se constituirán oficialmente en Asociación.

AMÉRICA DEL NORTE – 9200

Desde el XXV Capítulo General, las 8 Unidades de América del Norte (2016) culminaron su reestructuración convirtiéndose en 3 Provincias y 1 Viceprovincia. Continuarán con el proceso necesario hasta formar verdaderamente “un cuerpo misionero” y crecer en el espíritu y en una colaboración efectiva. Según su Proyecto Apostólico, continúan los debates sobre una ulterior reestructuración y reconfiguración así como sobre estructuras oficiales de colaboración semejantes a la Federación.  Hay también algunas iniciativas hacia una mayor colaboración especialmente con las Unidades de América Latina.

AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE – 9300

De entre todas las Conferencias, América Latina y el Caribe ha sido la Conferencia más radical en su Proyecto de Reconfiguración y Reestructuración.  De las 23 Provincias y Viceprovincias, con 3 Misiones interprovinciales, que tenía cuando el XXV Capítulo General (2016), se formarán 7 Provincias con 3 Misiones interprovinciales.  En esta Conferencia desaparecerán, en cuanto estructura, las ‘Viceprovincias’. El Proyecto Apostólico llevará a estas 7 Provincias a mantener una más estrecha colaboración con sus 3 Misiones así como igualmente con la misión de la Congregación entera.

ASIA Y OCEANÍA – 9400

La Conferencia de Asia-Oceanía comprende uno de los territorios cultural y lingüísticamente más desiguales del mundo.  Se dan en ella, además, enormes distancias geográficas entre las 13 Unidades que la componen. ¡Esta Conferencia cuenta también con  las Unidades de más rápido crecimiento de la Congregación! Tiene igualmente algunas Unidades muy pequeñas y frágiles. De acuerdo con su Proyecto Apostólico, se han comprometido a mantener un diálogo continuo con las Unidades señaladas para 2020, cosa que les ayudará a discernir mejor de qué forma la reestructuración y reconfiguración según sus prioridades misioneras y apostólicas les servirán en la misión.  El Gobierno General ha apoyado este compromiso de un mayor y estructurado diálogo que les asista en la ejecución de la próxima fase de su Proyecto de Reestructuración.

ÁFRICA Y MADAGASCAR – 9500

La Conferencia de África y Madagascar se enfrenta a unos desafíos únicos en su reestructuración. De la Conferencia, solo una Unidad es Provincia. Tiene 9 Viceprovincias, Regiones y Misiones dispersas en 14 países cuyas Provincias Madre pertenecen a diferentes Conferencias.  A la luz de su Proyecto Apostólico, y a fin de fortalecer la Misión Redentorista en África y Madagascar, esta Conferencia ha propuesto reducirse a dos Provincias: África del Noroeste y África Sur-Central.  ¡Este plan tendrá que hacer frente a grandes desafíos y requerirá el apoyo y aliento de las Provincias Madre así como de toda la Congregación!  El Gobierno General ha aprobado este plan para fortalecer nuestra misión, formación y liderazgo en África y Madagascar.

CONCLUSIÓN:

Como pueden ver, con estos Proyectos de Reestructuración para la Congregación vamos a pasar de 75 Unidades en 2016 a 36 Unidades en los próximos años. Lejos de concluir con las Reuniones de Mitad de Sexenio la implementación de las Decisiones del XXV Capítulo General, hemos comenzado, más bien, una nueva etapa en nuestro proceso de reestructuración y renovación misionera.

Algunas cuestiones, como la representación de las Unidades y Conferencias en el Capítulo General, la Asamblea de cada Conferencia, etc., deberá tratarlas el próximo Capítulo General en 2022. Hay otros problemas que tendremos que abordar en el momento oportuno tras el diálogo y discernimiento adecuados.

En la década de 1840 se introdujo por vez primera en la Congregación la estructura “Provincia” a fin de fortalecer nuestra misión en Europa y América del Norte. Durante ese período de expansión, las Provincias, Viceprovincias y Regiones fueron de gran utilidad a la Congregación y a nuestra Misión, multiplicándose las Unidades por todo el mundo. Estas estructuras continúan siendo útiles a los Misioneros Redentoristas en nuestro cometido de llevar la Buena Nueva a los más abandonados y pobres. Sin embargo, en este momento de nuestra historia, necesitamos al igual que todas las Congregaciones de religiosos dedicados al apostolado, reestructurarnos para fortalecer nuestra disponibilidad misionera. Las actuales decisiones procedentes de las Reuniones de Mitad de Sexenio así como los Proyectos de Reestructuración Apostólica de cada Conferencia representan un momento histórico para todos los Misioneros Redentoristas, para los Asociados a la Congregación, y para nuestros Socios laicos en la misión.

Mientras respondemos a las necesidades de nuestro mundo herido y a los cambiantes “signos de los tiempos”, queremos testimoniar nuestra vocación profética formando “un cuerpo misionero” que trascienda las culturas, el idioma, las razas, y las nacionalidades. Dichos proyectos apostólicos y de reestructuración son un ejemplo y un testimonio evangélico de nuestra solidaridad misionera. Su puesta en práctica es responsabilidad de todos nosotros en conjunto – no solo de los Superiores y demás líderes de nuestras comunidades. Todos conjuntamente estamos llamados a ser testigos del Redentor, de forma solidaria, para la misión en nuestro mundo herido.

En este espíritu, pido a cada cohermano y a cada comunidad de la Congregación que estudie cuidadosamente el Proyecto Apostólico y de Reestructuración de su Conferencia.  Que continúe comprometiéndose con el más amplio discernimiento misionero para ver la forma de desempeñar sus prioridades misioneras y apostólicas en ministerios concretos y eficaces. Que tome parte en las Asambleas y Capítulos de su Unidad, y participe plenamente en el proceso de creación de una nueva Unidad con cohermanos de otras culturas y costumbres. En las reuniones de Mitad de Sexenio, muchos cohermanos nos recordaron que nuestra vocación misionera como testigos del Redentor requiere mucho más que bellos documentos y proyectos

Nuestra Vocación Misionera Redentorista nos convoca a cada uno de nosotros y a toda la Congregación a un proceso continuo de conversión misionera a Cristo Redentor, a un mayor desprendimiento (distacco), a una mayor disponibilidad misionera, a la solidaridad de ‘un cuerpo misionero’, y a la alegría de una evangelización profética.

Que María, Nuestra Madre del Perpetuo Socorro, San Alfonso, y todos nuestros santos, beatos, y mártires nos acompañen y alienten a seguir a Jesús, el Redentor, con renovada esperanza y vigor. Que San Clemente nos enseñe a “predicar el Evangelio de manera siempre nueva”; y que cada uno de nosotros contribuya conjuntamente al proyecto de Dios para nuestra Congregación hoy.

Su hermano en el Redentor,

Michael Brehl, C.Ss.R.,
Superior General

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