Oración antes de las elecciones

DURANTE UN CAPÍTULO O ASAMBLEA DE LA (VICE) PROVINCIA

INVOCACIÓN AL ESPÍRITU – Veni Creator Spiritus

2. Qui diceris paraclitus, altissimi donum Dei,

fons vivus, ignis, caritas et spiritalis unctio.

3. Tu septiformis munere, digitus Paternae dexterae,

tu rite prossimum Patris sermone digitans guttura.

4. Accende lumen sensibus, infunde amorem cordibus,

infirma nostri corporis virtute firmans perpeti.

5. Hostem repellas longius pacemque dones protinus:

ductore sic te praevio vitemus omne noxium.

6. Per te sciamus da Patrem, noscamus atque Filium,

teque utriesque Spiritum credamus omni tempore.

7. Deo Patri sit gloria, et Filio qui a mortuis

surrexit, ac Paraclito, in saeculorum saecula. Amen.

 LA PALABRA DE DIOS : Rm 1 2, 1- 12

1Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.  2No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. 3Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. 4Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, 5así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. 6De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; 7o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; 8el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría. 9El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. 10Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. 11En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; 12gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración.

 SILENCIO DE MEDITACIÓN

 CANTO: Pescador de hombres (Gabarain)

2. Tú sabes bien lo que tengo,

en mi barca no hay oro ni espadas

tan solo redes y mi trabajo.

3. Tú necesitas mis manos,

mi cansancio que a otros descanse

amor que quiera seguir amando.

4. Tú, pescador de otros lagos,

ansia eterna de almas que esperan

amigo bueno así me llamas.

 SANT’ALFONSO – De “La práctica del amor de Jesucristo” (VII, 8 – 10)

 SILENCIO DE MEDITACIÓN

 CANTO :

 LA VIDA APOSTÓLICA DE LOS REDENTORISTAS: CONSTITUCIONES

Misión de la Congregación en la Iglesia
2 – Para realizar esta misión en la Iglesia, la Congregación reúne hermanos que, viviendo en común, constituyen un único cuerpo misionero y, según el ministerio propio de cada uno, se vinculan orgánicamente a él por la profesión.

Movidos por el espíritu apostólico, e imbuidos del celo del Fundador, fieles a la tradición marcada por sus antepasados y atentos a los signos de los tiempos, todos los redentoristas, “como cooperadores, socios y servidores de Jesucristo en la gran obra de la redención”:

— son enviados a predicar el evangelio de salvación

a los pobres

(cap. I),

— constituyen una comunidad apostólica

(cap. II),

— consagrada de modo especial al Señor

(cap. III),

— que recibe una formación apropiada

(cap. IV)

— y está provista de formas adecuadas de gobierno

(cap. V)

Finalidad de la acción misionera
11 – Elegidos por gracia divina para el ministerio de la reconciliación (cf. 2 Cor 5,18), los congregados anuncian a los hombres el mensaje salvador y “el tiempo favorable” (cf. 2 Cor 6,2), para que se conviertan y crean en el evangelio (cf. Mc 1,15), vivan auténticamente su bautismo y se revistan del hombre nuevo en Cristo (cf. Ef 4,24).

Así pues, los redentoristas son “apóstoles de la conversión ya que su predicación se ordena ante todo a llevar a los hombres a una radical elección de vida u opción por Cristo, y a estimularlos con suavidad y firmeza a una incesante y plena conversión.

El dinamismo misionero
15 – La misión de la Congregación exige, por consiguiente, que los redentoristas estén libres y disponibles, tanto en lo referente a los grupos que han de evangelizar cuanto a los medios utilizados al servicio de la misión salvadora. Porque deben estar en búsqueda incesante de nuevas iniciativas apostólicas bajo la dirección de la autoridad legítima, se les prohíbe instalarse en situaciones y estructuras en las que su actuación perdería el distintivo misionero. Por el contrario, se ingeniarán en buscar nuevas formas de anunciar el evangelio a todas las criaturas (cf. Mc 16,15).

El Diálogo con el mondo
19 – Para desarrollar eficazmente la acción misionera se requiere, a la vez que la cooperación con la Iglesia, un adecuado conocimiento y experiencia del mundo. Por eso los congregados entablan confiadamente un diálogo misionero con las culturas.

Interpretando con fraterna solidaridad los angustiosos interrogantes de los hombres, procuren discernir en ellos los signos verídicos de la presencia y de los designios de Dios.

Los congregados saben bien que solo a la luz del misterio del Verbo encarnado se esclarece realmente el misterio del hombre y el sentido auténtico de su vocación integral. De este modo hacen presente en toda su plenitud la obra de la redención, testificando que todo el que sigue a Cristo, hombre perfecto, se hace más humano.

El Capítulo provincial
123 – Al Capítulo provincial incumbe velar continuamente por la renovación acomodada de la vida apostólica y del régimen de la provincia.

El Superior Provincial y su Consejo
125.– Como moderador de la provincia y presidente del Consejo provincial, el superior provincial tiene el encargo de dirigir y organizar la provincia de acuerdo con las Constituciones y los Estatutos generales y particulares.

126.– El superior provincial ejerza su cargo como pastor, animador y coordinador de todas las comunidades y congregados de su provincia; póngase a su servicio con toda dedicación y úrjales, a la vez, para que vivan dignamente la vocación a que han sido llamados, y para que asuman y lleven adelante con valentía las tareas apostólicas.

 SILENCIO DE MEDITACIÓN

CANTO

LA ENSEÑANZA DEL PAPA FRANCISCO (EG 197-198)

197 –  El corazón de Dios tiene un sitio preferencial para los pobres, tanto que hasta Él mismo «se hizo pobre» (2 Co 8,9). Todo el camino de nuestra redención está signado por los pobres. Esta salvación vino a nosotros a través del «sí» de una humilde muchacha de un pequeño pueblo perdido en la periferia de un gran imperio. El Salvador nació en un pesebre, entre animales, como lo hacían los hijos de los más pobres; fue presentado en el Templo junto con dos pichones, la ofrenda de quienes no podían permitirse pagar un cordero (cf. Lc 2,24; Lv 5,7); creció en un hogar de sencillos trabajadores y trabajó con sus manos para ganarse el pan. Cuando comenzó a anunciar el Reino, lo seguían multitudes de desposeídos, y así manifestó lo que Él mismo dijo: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres» (Lc 4,18). A los que estaban cargados de dolor, agobiados de pobreza, les aseguró que Dios los tenía en el centro de su corazón: «¡Felices vosotros, los pobres, porque el Reino de Dios os pertenece!» (Lc 6,20); con ellos se identificó: «Tuve hambre y me disteis de comer», y enseñó que la misericordia hacia ellos es la llave del cielo (cf. Mt 25,35s).

198. Para la Iglesia la opción por los pobres es una categoría teológica antes que cultural, sociológica, política o filosófica. Dios les otorga «su primera misericordia». Esta preferencia divina tiene consecuencias en la vida de fe de todos los cristianos, llamados a tener «los mismos sentimientos de Jesucristo» (Flp 2,5). Inspirada en ella, la Iglesia hizo una opción por los pobres entendida como una «forma especial de primacía en el ejercicio de la caridad cristiana, de la cual da testimonio toda la tradición de la Iglesia». Esta opción —enseñaba Benedicto XVI— «está implícita en la fe cristológica en aquel Dios que se ha hecho pobre por nosotros, para enriquecernos con su pobreza». Por eso quiero una Iglesia pobre para los pobres. Ellos tienen mucho que enseñarnos. Además de participar del sensus fidei, en sus propios dolores conocen al Cristo sufriente. Es necesario que todos nos dejemos evangelizar por ellos. La nueva evangelización es una invitación a reconocer la fuerza salvífica de sus vidas y a ponerlos en el centro del camino de la Iglesia. Estamos llamados a descubrir a Cristo en ellos, a prestarles nuestra voz en sus causas, pero también a ser sus amigos, a escucharlos, a interpretarlos y a recoger la misteriosa sabiduría que Dios quiere comunicarnos a través de ellos.

 SILENCIO DE MEDITACIÓN

 PADRE NUESTRO

OREMOS:

O Dios, que quieres que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, vuelve nuestros corazones hacia ti: tú que nos has liberado de la oscuridad con el don de la fe, y nos has llamado en esta Congregación Redentorista, ayúdanos a siempre concuerda con tu santa voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, quien es Dios …

CANTO FINAL – Salve, Regina (Gregorian)

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