«Una persona-una teología: íconos de una historia fecunda»

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(del Blog de la Academia Alfonsiana)

En memoria de los 50 años de la primera edición del libro del hermano, pastor y teólogo, Gustavo Gutiérrez (08.06.1928): Teología de la liberación: Perspectivas, CEP, Lima, 1971[1].

La historia personal de Gustavo, con su desde donde geográfico y sociocultural, se fue entretejiendo con su caminar como presbítero-pastor-teólogo. El cual, desde su formación y camino pastoral, buscó responder con la mayor apertura y sinceridad que le fueron posible a lo que intuyera como el gran desafío para la fe cristiana. Dicha respuesta se fue gestando dentro de los vientos renovadores del Vaticano II y su recepción en Latinoamérica y el Caribe, en la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano realizada Medellín (1968), y se la puede ver esbozada en lo que se considera la antesala de su libro, su conferencia «Hacia una teología de la liberación», pronunciada durante el II Encuentro de Sacerdotes y Laicos realizado en Chimbote (Perú, 21-25/07/1968). Allí, dos cosas aparecen que serán como la raíz y la continuidad narrativa y estructural de la teología de la liberación (TdL): la importancia de los así llamados “signos de los tiempos” y que el quehacer teológico es siempre una función segunda, pues es la elaboración a partir del compromiso de la fe con los reclamos de la realidad, especialmente de los más desfavorecidos y empobrecidos. La teología anuncia el reino de Dios y ayuda a realizarlo como respuesta a los reclamos de emancipación y de liberación.

La vida de Gustavo no ha sido sencilla ni lineal, como así tampoco la de la TdL, en sus diferentes versiones[2]. Pero, en general, ambos han sido gratificados, se podría decir, por la comunidad eclesial, simbolizada en la figura del papa Francisco[3], y por la forma en la cual dicha teología ha sido capaz de seguir creciendo y transformándose sin perder sus raíces más genuinas. A esto último han contribuido tanto los cambios en la realidad, con sus diferentes desafíos epocales, como los diferentes enfoques y aportes que se han ido sumando, contribuyendo a esta historia en la cual se apuesta por resaltar la carga sapiencial y profética del evangelio recibido como propuesta liberadora. Piénsese a los aportes provenientes desde la mujeres y la teología en clave femenina y liberadora, a las perspectivas ecologistas, a las consideraciones desde las culturas y pueblos originarios, a las nuevas sensibilidades de las nuevas generaciones de teólogas y teólogos, a la extensión en y desde otras áreas geográficas como África y Asia, etc.

Estudiar y profundizar esta teología es aprender una modalidad evangélica de realizarse como creyentes, es claro que se aprende de las luces y de las sombras, y siempre con fidelidad creativa. Proseguir, no es copiar ni imitar, es continuar siempre abriéndose a la novedad del Dios de la Vida y de la Historia, y de sus posibles recepciones en cada época y realidad histórica. Esperamos que se puedan sumar para que en esta línea se abran nuevas perspectivas de una teología moral liberadora, atenta a los signos de los tiempos, a los reclamos de las personas más desfavorecidas, ninguneadas y descartadas, a los gritos de nuestra realidad ecosistémica y a los anhelos de una real esperanza de vida y, que – por sobre todo – no solo se hace eco y voz sino que habla con la voz de dichos gritos, una teología moral liberadora realizada a coro con los/as verdaderos/as protagonistas de la novedad de Dios. Como decía Gutiérrez: «hay que cuidarse de no caer en una autosatisfacción intelectual, en un tipo de triunfalismo hecho de eruditas y avanzadas “nuevas” visiones del cristianismo. Lo único realmente nuevo es acoger día a día el don del Espíritu que nos hace amar en nuestras opciones concretas por construir una verdadera fraternidad humana, en nuestras iniciativas históricas por subvertir un orden de injusticia, con la plenitud con que Cristo nos amó» (TdL -1990-, 339-340).

p. Antonio Gerardo Fidalgo, CSsR


[1] Ver: Gustavo Gutiérrez, Teología de la Liberación. Perspectivas, Sígueme, Salamanca 19757. Disponible en: https://hectorucsar.files.wordpress.com/2012/12/gutierrez-gustavo-teologia-de-la-liberacion-perspectiva.pdf En esta editorial la primera edición fue de 1972; Consultar la edición 14 (1990) revisada y aumentada, en la cual se puede ver la «Introducción a la edición original», 13-15 y luego «Mirar lejos. Introducción a la nueva edición», 17-53, donde el Autor hace una mirada histórica y renovada acerca de su contribución y de la misma TdL. Reproduciendo esta Introducción hay una edición del Centro de Estudios y Publicaciones (CEP) en conjunto con el Instituto Bartolomé de las Casas (IBC): Teología De La Liberación. Perspectivas, CEP-IBC, Lima 2014. Considerar algunas publicaciones (se han hecho muchas) que han venido haciendo memoria de la vida y obra de G. Gutiérrez: Christian Büschges, «50 años de la Teología de la Liberación. Introducción», en Iberoamericana 18/68 (2018) 7-11; «90 años de Gustavo Gutiérrez y 50 de la Teología de la Liberación», en https://jesuitas.lat/redes-sociales/noticias-cpal-social/2270-90-anos-de-gustavo-gutierrez-y-50-de-la-teologia-de-la-liberacion-2362; Víctor Codina, «La teología de la liberación, 50 años después», en Éxodo 153 (2020): https://www.exodo.org/la-teologia-de-la-liberacion-50-anos-despues/; Ángel Alberto Morillo, «La teologia de la liberación 50 años después, entre herejes y profetas», en Vida Nueva 3240 (2021) 8-13 (Vida Nueva digital -01/10/2021- https://www.vidanuevadigital.com/2021/10/01/).

[2] Ver: Nuestro aporte donde se puede encontrar algo de la historia de la TdL y su relación con la teología moral: Antonio G. Fidalgo, «Teologia Morale e Teologia della Liberazione in America latina», in Paolo Carlotti (a cura di), La Teologia Morale italiana e l’ATISM a 50 anni dal Concilio: Eredità e futuro, Atti del 26° Congresso Nazionale nel 50° di fondazione, Ariccia 22-26 agosto 2016, Cittadella, Assisi 2017, 213-252.

[3] Ver: La carta del papa Francisco donde saluda a Gustavo Gutiérrez por su cumpleaños 90, 28 mayo 2018, donde dice: «Me uno a tu acción de gracias a Dios y también a ti te agradezco por cuánto has contribuido a la Iglesia y a la humanidad, a través de tu servicio teológico y de tu amor preferencial por los pobres y los descartados de la sociedad. Gracias por todos los esfuerzos y por tu forma de interpelar la conciencia de cada uno, para que nadie quede indiferente ante el drama de la pobreza y la exclusión». Además se deberían considerar muchos temas en donde el papa actual está en bastante sintonía con el mejor legado de la TdL. Cf. Juan Carlos Scannone, Il Papa del popolo. Bergoglio raccontato dal confratello teologo gesuita e argentino; colloqui con Bernadette Sauvaget, LEV, Città del Vaticano 2015; Id., La teología del pueblo. Raíces teológicas del papa Francisco, Sal Terrae, Maliaño 2017.

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