La redención en la formación de la identidad del misionero redentorista

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Retiro del Colegio Mayor San Alfonso

Los días 3, 4 y 5 de noviembre, los misioneros redentoristas, que residen en el Collegio Maggiore Sant’Alfonso, en Roma, para continuar sus estudios de grado académico de licenciatura y doctorado, vivieron el retiro espiritual anual, que tuvo lugar en la Casa de Ejercicios Espirituales de los Santos Juan y Pablo, ubicada en el centro histórico de Roma, predicada por el P. Joseph Ivel Mendanha, C.Ss.R, miembro del consejo general. El entorno, con una historia inmemorial bien conservada y unas instalaciones acogedoras, les proporcionó un ambiente propicio para el descanso de los estudios, el descanso y la reflexión sobre el ser Redentorista.

El retiro tuvo como punto de partida el documento final del XXVI Capítulo General de 2022. Siguiendo la estructura interna del documento, Identidad Redentorista, Misión Redentorista, Vida Consagrada Redentorista, Formación para la Misión y Liderazgo Redentorista, a la luz de la Palabra. de Dios y de las Constituciones, el predicador, utilizando el método expositivo-reflexivo, intentó identificar y explicar el núcleo central de la espiritualidad redentorista intrínsecamente ligado a la misión apostólica de la Congregación. Las propuestas y preguntas formuladas animaron a los miembros del Collegio Maggiore a revisar su identidad como misionero redentorista y su camino vocacional.

Entre los temas tratados, el tema de la identidad redentorista impregnó todas las conferencias. En un contexto en constante cambio, el concepto de “identidad” parece ambivalente. Para caracterizarlo, generalmente se destaca el propósito y objetivo de la Congregación. Sin embargo, seguir este camino significa correr el riesgo de permanecer en una perspectiva teórica. El punto de partida no debe ser el fin en sí mismo, entendido como acción apostólica, sino el principio, es decir, la razón de ser Redentorista. En esta perspectiva, la persona de Jesús ocupa el centro de la vocación y misión redentorista. Es Él quien llama y forma al discípulo (ver Mt 4,18-22). El Redentorista tiene su identidad forjada en la experiencia existencial con el Redentor. Así, el acto de seguir al Redentor (Const. 1) toma la forma de un anuncio explícito y tácito, no de una idea teológica, sino de un encuentro real con una persona concreta: Cristo.

Durante sus discursos, el P. Joseph Ivel también recordó la experiencia redentora y misionera de los santos y beatos redentoristas, destacando la fidelidad de la Congregación a Cristo. En el suelo fértil de la historia, varios misioneros redentoristas, hombres talentosos, inteligentes, dotados de un celo incansable, conscientes de su humanidad, permitieron que sus vidas se conformaran a Cristo, continuando así su obra redentora. La santidad alcanzada y el legado dejado por estos hombres audaces trae consigo un principio fundamental de la vida religiosa consagrada: la fidelidad creativa. Fueron grandes hombres apostólicos y se convirtieron en santos porque fueron fieles al Evangelio, a la Iglesia y a la Congregación, abriendo así sus ojos, sus corazones y sus brazos a la acción creadora del Espíritu Santo (cf. Lucas 24,31).

Otro tema abordado fue el de la vida comunitaria, entendida como corazón de la vida consagrada y realización de la dimensión trinitaria de la fe. Para los redentoristas, vivir en comunidad es una condición sine qua non para realizar la obra misionera (Const. 21). En un contexto en el que el individualismo se subraya como imperativo de las relaciones humanas, la vida comunitaria se revela como un signo profético para el mundo. La comunidad se presenta así como un ambiente fructífero para experiencias de redención, porque es un espacio de compartir, de cuidado, de acogida, de respeto, de perdón y de sacrificio. La confluencia de sueños, talentos, debilidades y ansias en la comunidad invita al Redentorista a abrirse al discipulado y a reconocer al Santísimo Redentor como su único maestro y Señor.

Para finalizar se abordó el Liderazgo Redentorista, tema de gran importancia en el XXVI Capítulo General. La complejidad del contexto actual desafía al Redentorista a descubrir y formar un nuevo modelo de liderazgo, cuyo fundamento debe ser el Redentor. Al oponerse a las manifestaciones insanas de poder, clerical o de otro tipo, la nueva dirección redentorista se sitúa en un plano horizontal de corresponsabilidad, diálogo, modestia, compasión, optimismo y unción por la misión (ver Is 42,1-5). Como insiste el Papa Francisco, este debe ser el liderazgo de un pastor, es decir, de un líder que camina al frente para guiar, en el medio para escuchar y sentir, y detrás para sostener a los más débiles.

El domingo, durante la celebración eucarística, el P. Joseph Ivel, en su homilía, resumió sus reflexiones, subrayando la importancia de la formación continua en la vida del misionero redentorista. Según sus palabras, “los miembros del Collegio Maggiore Sant’Alfonso serán los nuevos líderes de la Congregación y, por ello, es necesario prepararse para un liderazgo que se identifique como servicio a los demás, y no como poder”. Luego, como gesto concreto, todos fueron invitados a ir al altar y lavarse las manos unos a otros. Así, el retiro concluyó como una experiencia de encuentro con Dios y consigo mismo, dejando explícito que el Redentorista debe ser un hombre de discipulado, abierto a la experiencia creativa de la redención en su propia historia.

P. Rimar César Diniz, C.Ss.R.

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