El Segundo Encuentro Nacional de Jóvenes Redentoristas se celebró en la histórica ciudad de Huế los días 27 y 28 de septiembre de 2025, un momento intenso de gracia, renovación y compromiso misionero. Con el tema “100 Años de Misión en Gracia: Jóvenes Redentoristas Siguiendo los Pasos de Nuestros Ancestros”, este encuentro marcó un importante hito espiritual, celebrando un siglo de presencia y servicio misionero redentorista en Vietnam.
Aproximadamente 500 jóvenes de cuatro regiones —Hanói (Norte), Huế (Centro), Tierras Altas Centrales y Saigón (Sur)— se reunieron no solo para un evento, sino para un encuentro con Dios, entre ellos y con la vocación misionera arraigada en el carisma redentorista.
Un encuentro misionero en el espíritu de San Alfonso
Fieles al carisma de San Alfonso María de Ligorio, fundador de los Redentoristas, el encuentro se centró en el llamado a “anunciar la Buena Nueva a los pobres”, especialmente a los más abandonados y necesitados de esperanza. Cada elemento del encuentro estuvo imbuido de la espiritualidad redentorista: alegría, oración y misión.
A través de celebraciones eucarísticas, momentos de adoración, catequesis, testimonios y compartir en pequeños grupos, los jóvenes fueron invitados a experimentar a Cristo Redentor personal y comunitariamente. De esta manera, profundizaron su comprensión del llamado bautismal a ser misioneros de la misericordia y la esperanza, tal como lo han sido los Redentoristas durante los últimos 100 años en Vietnam.
Viviendo el Carisma Redentorista Hoy
Los jóvenes aportaron una energía vibrante al encuentro, lleno de celo misionero, dinamismo, creatividad y alegría. A través de expresiones culturales, sesiones interactivas y liturgias llenas de espíritu, expresaron su deseo no solo de recordar el pasado, sino de caminar con valentía hacia el futuro, llevando la llama misionera que les fue confiada por generaciones de padres, hermanos y hermanas redentoristas.
El encuentro culminó con la Misa de clausura, donde el Padre Provincial Dominic Nguyễn Đức Thông presidió una emotiva ceremonia de despedida. Con las manos extendidas y el corazón ardiente, los jóvenes recibieron el encargo de avanzar como discípulos misioneros en el espíritu del carisma redentorista. Fueron enviados no como individuos, sino como parte de la familia misionera redentorista, unidos por una vocación común: predicar el Evangelio siempre de forma renovada, con la palabra y el testimonio, con valentía, compasión y alegría.
P. Augustine Phi Le, CSsR.
PGVR VIETNAM
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