26 de septiembre: Fiesta del Beato Kaspar Stanggassinger

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Nosotros, la familia Redentorista de todo el mundo, conmemoramos hoy a otro hombre santo, el Beato Kaspar, que dedicó su vida a formar jóvenes Redentoristas y predicar misiones. Recordamos a todos los formadores de las diversas etapas de formación que dedican su vida y servicio a formar a los jóvenes que aspiran a ser misioneros. Aprendemos del Beato Kaspar quien dijo: “Los santos tienen intuiciones especiales, lo que es importante para mí, que no soy un santo, son las simples verdades eternas: la Encarnación, la Redención y la Sagrada Eucaristía”.

Nació el 12 de enero de 1871 en Berchtesgaden, en el sur de Alemania. Fue el segundo de 16 hermanos. Su padre era agricultor y poseía una cantera de piedra.

Desde su infancia, ha tenido un creciente deseo de convertirse en sacerdote. Cuando era niño, Kaspar jugaba a ser sacerdote y “predicaba” sermones cortos a sus hermanos y hermanas y los conducía en procesión a una capilla en las montañas cerca de su casa. En 1890 ingresó en el seminario diocesano de Munich y Freising pero sus estudios y su discernimiento lo llevaron a elegir la vocación de religioso.

Como religioso, pasaba la mayor parte de su tiempo enseñando a los estudiantes y estaba disponible para los niños. Los domingos nunca dejaba de ofrecer su ayuda en las iglesias de los países vecinos, especialmente con la predicación. Incluso con un horario de trabajo así, siempre fue paciente y comprensivo con las necesidades de los demás, especialmente los estudiantes que lo veían más como un amigo que como un superior.

Tenía una gran devoción a Jesús Eucaristía, por lo que invitó a los niños y a los fieles a acercarse al Santísimo Sacramento en momentos de necesidad y ansiedad. Los animó a ir hacia Cristo para pasar tiempo en adoración o para hablar con él como un amigo. Su predicación fue un recordatorio constante para los fieles de tomar la vida cristiana en serio, creciendo en la fe a través de la oración y la conversión continua. Su estilo fue directo y cautivador, sin amenazas de castigo como era común en la predicación de esa época.

Abrió un nuevo seminario en Gars en 1899 y permaneció allí como director de los estudiantes. Murió a una edad temprana de peritonitis. El 24 de abril de 1988 fue proclamado “Beato” por el Santo Padre Juan Pablo II.

Hasta ahora, el Beato Kaspar ha sido una gran inspiración para todos los formadores que continúan dedicando su precioso tiempo en las distintas etapas de la formación. Él también es nuestro modelo e inspiración para continuar en la pastoral juvenil. Que la vida y el ejemplo del beato Kasper traigan abundante redención a todos, especialmente a los jóvenes.