Eucaristía de clausura del XXVI Capítulo General

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La clausura del XXVI Capítulo General de la Congregación del Santísimo Redentor ha tenido lugar esta mañana de jueves 6 de octubre con la celebración de la Eucaristía en la iglesia de Sant’Alfonso, Santuario de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en Roma.
Presidida por el recién elegido Superior General, Padre Rogério Gomes, C.Ss.R. todos los participantes en el capítulo concelebraron junto a otros religiosos de la casa de San Alfonso de Via Merulana y de la Academia Alfonsiana.

El Padre Rogério invitó a los presentes a reflexionar sobre las conclusiones acordadas por el Capítulo General a la luz del compromiso de todos: Convertirse en Misioneros de la Esperanza.
“Lo primero para ser un buen evangelizador, ha dicho el Superior General, es ser discípulo. Sin esta condición nos anunciamos a nosotros mismos y no lo esencial: el mensaje salvífico del Evangelio. El discípulo escucha con todo su corazón, con toda su alma, la enseñanza del Maestro. Él guarda la palabra en su corazón y con la sabiduría que viene del Espíritu la anuncia con alegría”.
Luego recordó las palabras del Papa Francisco en la audiencia con los capitulares: “Dejad las zonas de confort y salid a la misión, ir a misionar”.

“Si queremos ser significativos en este mundo debemos eliminar algunos ídolos que corroen el corazón de la vida consagrada. Esto de los ídolos nos encanta y nos lleva a las jaulas de oro y nos encarcela. Nos seducen en la zona de confort. El Papa Francisco nos pedía que buscásemos la raíz del confort en cada uno de nosotros y nos invitaba a desprendernos de lo que no nos deja ser libres, lo que no nos deja volar.”

“El redentorista tiene una identidad particular, es decir, Nuestra identidad es siempre nueva y se renueva cada día en la Eucaristía, en el profundo misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús”, recordó el padre Rogério.


Al final de su reflexión invitó a todos a llevar el mensaje de este capítulo a todo el mundo, es decir, a cada conferencia, a cada unidad, pero a hacerlo con entusiasmo. Porque lo vivido en estos días capitulares, al fin y al cabo, no termina con esta celebración sino que continúa con el compromiso diario de vivir como redentoristas”.

Al término de la ceremonia, se entregó la cruz redentorista a todos los capitulares como signo de envío misionero.

Scala News

Texto Completo de la Homilía de la Misa de Clausura